…y el príncipe golpeó al bufón. No fue un puñetazo, fue con la mano abierta, ofendido. Y al sentarse grito reclamando el Segundo Mandamiento, aplicado a su segunda esposa. El bufón mantuvo la compostura. Quedó extrañado porque sólo en los regímenes totalitaristas se puede golpear a un bufón. Incluso en esos casos, sólo sucede cuando el régimen va a caer. ¿Qué tendrá que ver el Príncipe con un régimen totalitarista? Bueno, pues transcurrida la noche, parece que bastante.
Se trata de alguien borracho de poder, que habla con Dios de tú a tú, pero no con su Dios, con el Dios de los demás, así, en mayúscula; Dios le ha hablado y le ha comentado cuáles son los planes que tiene reservados para él, y ningún bufón puede entrometerse en los planes de Dios.
Sucede un caso así y parece que todo el mundo quiere posicionarse, y, claro, yo soy un envidioso. Leo a decenas de personas que hablan sobre el mal gusto del chiste, sobre que el bufón es una mala persona o un mal bufón o ambas al mismo tiempo, sobre lo campechano del príncipe y lo cercano que es hacia el pueblo, sobre lo de hacer chistes a costa de una enfermedad. Bueno. Recordaré que el bufón es alguien que se ha partido la boca con el humor. Lo que la ANR no hizo con Chris Rock, lo hizo Will Smith.
Y yo me pregunto… ¿Lo hubiera hecho con un blanco? ¿Lo hubiera hecho con Ricky Gervais? Al final de este texto os dejo el enlace de los Globos de Oro 2020 que iniciaba con un magnífico “¡Vayamos a lo bueno, vamos a reírnos a vuestra costa! Si os parece bien, claro. Recordad: sólo son chistes, todos moriremos en breve y no habrá secuela”.
Cuando hablamos sobre el mal gusto que tuvo el bufón al contar ese chiste… ¿Realmente conocemos el tipo de humor de las galas estadounidenses?
Cuando hablamos de que es normal que se levante y defienda al honor de su esposa… ¿Realmente nos parece una medida adecuada?
Cuando en el Príncipe de Bel Air él hacía chistes sobre el tamaño de Carlton, la obesidad del tío Phil o alargaba los clichés sobre negros hablando del pollo frito (por ejemplo) ¿Le parecía ofensivo?
Cuando presionó para que se despidiera de la serie a Janet Hubert y después hizo chistes sobre lo atractiva y fresca que parecía la nueva tía Vivian… ¿Le parecía entonces ofensivo?
El humor tiene que ser ofensivo. Lo es desde el origen de la humanidad y lo será hasta el último gilipollas de los nuestros que quede en pie. Si queréis pensar lo contrario, adelante, pero recordad el recorrido de lo de anoche: Alguien golpea al bufón, luego recibe un premio y después dice que Dios le ha ordenado hacerlo dejando claro que volverá a pasar. Ya lo decía Shakespeare en Hamlet hablando de los cómicos: “Más os valdría un mal epitafio para después de muerto, que sus maliciosos epítetos durante vuestra vida.”
Dicen que tras las cortinas el bufón dijo: “Me ha intentando tumbar el mismísimo Muhamad Ali, y aquí estoy, sin un rasguño.”
Chris Rock sobre el uso de las armas.
Golden Globes 2020
Bel Air